dimecres, 17 de febrer del 2010

Julio Villar


"Entre las nieblas que corren empujadas por las ráfagas del viento, me aparece la sombra de una punta que no llego a identificar. He visto unas rocas algo separadas y solitarias en cuyos alrededores la mar rompía y también he creído ver algo que podía ser el hueco de un valle pero que tal vez no era nada más que una claridad entre las nubes.
     Julio, eres un mal marino, no sabes dónde estás.
     Me digo que si me acerco mucho, tendré más posibilidades de acertar que de equivocarme, pero creo que ésta no es una razón para jugar, pues el precio de un error pudiera ser demasiado caro.
     Las raíces que me atan a la tierra parecer despertar. ¡ Qué cerca estoy de esa tierra que tanto necesito y qué difícil me está resultando llegar hasta ella!
(...) La mar me hace una demostración de su poder y de su fuerza, de su furia. Pero una y otra vez me va perdonando la vida. ¿Qué es lo que me va a pedir a cambio?"