dimecres, 17 de febrer del 2010

Ijara Saikaku


   "-Perdónenos, se lo suplicamos! La vida es tan dura que tenemos que recurrir a lo que sea para mantenernos, y queríamos desenterrar una bella mujer para cortarle el cabello y las uñas. No es la primera vez.
    - ¿Para qué?
    - Cada año vamos en secreto a venderlo a Kamigata, al barrio del placer.
    - ¿Y para qué lo compran?
    - Las mancebas, en prueba de lealtad, suelen cortarse el cabello o las uñas y mandárselos a sus clientes. Pero el cabello y las uñas de verdad se los envían a sus amantes, mientras que a los ricachones, así sean cinco o siete, va lo falso, con una carta donde dicen: 'Por ti me lo he cortado.' Lo gracioso es que, como todo es confidencial, los magnates lo guardan como talismán en dijes o pinjantes, y quedan tan agradecidos. Así es que Vuesa Merced exija que se lo corten en su presencia."