diumenge, 10 de gener del 2010

Paul Bowles



"Al principìo le había parecido natural que Yohara y su marido fueran negros. En Nueva York tuvo siempre dos o tres domésticos negros. Allá le parecían sombras de personas, como extraviados en un mundo de blancos con quienes no compartían ni la cultura ni la historia, y por tanto, intrusos, lo quisieran o no. Sin embargo, poco a poco había comenzado a darse cuenta de que aquí ellos dominaban el medio y formaban parte de la cultura del lugar. Era natural, desde luego, pero no dejó de causarle impresión el comprender que la gente real eran los negros y la sombra era ella, que ni aun pasando aquí el resto de su vida llegaría a entender cómo razonaban."